En este
bloque se ha trabajado el tema de la animación lectora y que actividades
realizar antes, durante y después de la lectura.
Está
claro que uno de los principales problemas en primaria es la falta de lectura
por parte de los niños. La adquisición de este placer se puede obtener de forma
natural e individual, pero son muchos los niños que necesitan un pequeño empujón
para descubrir la lectura como forma de entretenimiento enriquecedor para la
mente.
Considero
que esto no se cumple por el fallo de un factor muy importante en este proceso,
el tutor de aula. Este elemento tiene que encargarse de transmitir este gusto
por la lectura no solo vendiéndoles lo bueno y divertido que es para ellos, si
no haciéndoles ver que mientras leemos todo es posible, ya que dentro de
nuestra imaginación podemos hacer lo que queramos, imaginarnos todo lo que
leemos a partir de nuestro concepto de perfección. Hoy en día está muy de moda
en los colegios leer libros y mandar las típicas fichas de titulo, resumen y
dibujo archivadas de otros años de las que ya se ha podido comprobar que no
funcionan, así que yo me pregunto a que esperan para tirarlas…
En clase
hemos aprendido que para que un niño aumente su interés por un libro, debemos
crear nosotros esa motivación, y una de las formas es haciendo unas actividades
previas a la lectura. Estas actividades previas deben contener los siguientes
aspectos para que cumplan su función motivadora:
-
Hablar con los niños del tema del libro, es decir que si el contexto
de la historia se desenvuelve en una jungla podremos tomar conciencia de ella
hablando sobre que sabemos de las junglas.
-
Relacionar el tema con la vida de los niños, ya que todos sabemos que
cuando nos sentimos identificados con algo que leemos, lo leemos con mucho más
interés que cuando no encontramos ningún rasgo de afinidad con la historia ya
se a en aspectos personales o de la vida misma.
-
Hacer predicciones sobre de que puede ir la historia que vamos a leer fijándonos
en la ilustración de la portada.
-
Si es un autor conocido estaría bien que se hablara de él un poco.
-
También se pueden hacer algunas actividades de comprensión previas a
la lectura haciendo hincapié en que deben fijarse más o a que deben prestar más
atención.
Una vez
ya motivados, es momento de que inicien la lectura del libro. Las actividades
durante el transcurso de este proceso tampoco pueden ser de tipo resume este
capítulo, ni haz un dibujo, ni preguntas de tipo ¿qué pasé cuando…? Ya que
estas últimas son plenamente memorísticas y no podemos evaluar ni ellos pueden
trabajar la comprensión del texto. Por lo tanto las preguntas de durante la
lectura tienen que ser de tipo reflexivas, y analíticas, haciendo cuestiones en
la que los niños demuestren no solo la comprensión del texto, sino que también
puedan reflexionar sobre aspectos de la vida para poder profundizar más en el
tema.
Terminado
el libro empiezan a realizarse las actividades de después de la lectura. Estas actividades están enfocadas a la
comprensión global de la lectura, en la que los niños no solo reflexionan sobre
ciertos temas si no que también lo pueden relacionar con otros aspectos que
tengan que ver con ellos. Creo también que es muy importante la realización de
una autoevaluación de lo que más les ha gustado del libro y lo que menos, para
que así ellos también vayan definiendo su estilo lector y sepan tener una mente
crítica para seleccionar los futuros libros que vayan a leer de forma autónoma.
Como
podéis ver no es tan difícil no cargarse el placer por leer en un niño, además
de esta forma también les hacemos crecer como personas a través de todas las
reflexiones y debates que se pueden presentar mientras se realiza la lectura.
Relacionado
con este tema, recuerdo que en mis prácticas de este año la profesora estaba
muy preocupada por el tema de la animación lectora, y aunque ella hace todo lo
que puede día tras día, ahora que se un poquito más sobre este tema, puedo
detectar algunos aspectos que no estaban bien planteados en su labor como
animadora a la lectura. Muchas veces los niños que terminaban las tareas antes
de tiempo, preguntaban que podían hacer y la profesora les mandaba a leer. Muchos
de ellos lo hacían encantados, e incluso muchos otros preguntaban directamente
si podían coger un libro, pero es precisamente con aquellos alumnos que les
cuesta más coger un libro, al que no debemos obligar a que leen para hacer
tiempo, pues su mirada hacia esta actividad se volverá cada vez más y más
negativa. Lo correcto sería inducirles a que por su propia cuenta cojan un
libro de forma voluntaria. Por otro lado también recuerdo que en el aula tenían
una actividad de animación a la lectura llamada el árbol de los libros. Era un árbol
pintado en la pared en el que colgaban unos sobres de donde los niños ponían un
papelito con el libro que se habían leído y las páginas que contenía. Me parecía
muy bien que el niño que trajera papelito comentase delante de todos el
argumento del libro, pues es una buena forma de trabajar la expresión oral,
pero creo que no fomenta para nada el placer por la lectura ya que muchos niños
si es cierto que leían mucho, en cambio otros apenas leían. Por otro lado creo
que dentro del grupo de niños que leían mucho y tenían el sobre bastante lleno,
se lo tomaban a competición, ya que el que más libro leyese sería el ganador de
la clase. Considero que el crear ganas de leer por una competición y no por
propia voluntad es un craso error. Si algún día realizara esta actividad en el
aula, realizaría algunos cambios como por ejemplo, no premiar al que más libros
lee, además de una vez al mes realizar una sesión de los libros que más han
gustado y que los niños lo recomendaran a algunos compañeros que leyeran menos
para así aproximarles a la lectura.
Relacionado
con el tema de las actividades, en clase también se comentó que estas
actividades son para que los niños lean en silencio y no en voz alta. Hay algo
que se ignora en las aulas de nuestros colegios y es la diferencia entre
lectura en voz alta y lectura en voz baja, ya que aunque se esté leyendo, son
dos procesos cognitivos distintos.
En
primer lugar, la lectura en voz alta consiste primero de todo una
descodificación y luego volver a codificar. De esta manera la vista se desliza
por el texto, y no a través de fijaciones. Se trata de una lectura expresiva y
rítmica, es más lenta y menos fluida. La forma correcta de trabajarla es entrenándola
antes de evaluarla, es decir, leyendo en casa un texto y luego leer el mismo en
clase. A través de este método se evalúa la enunciación y no la comprensión,
porque cuando lo hacemos estamos leyendo para transmitir, no para comprender.
En
segundo lugar, la lectura silenciosa es una lectura más fluida (la fluidez es
la velocidad de comprender). En este tipo de lectura se debería trabajar la
fluidez con ejercicios de habilidad visual. Se trata de una lectura más rápida.
A pesar
de que es lo más normal, que mientras un niño lee en voz alta los demás le
sigan, es importante tener en cuenta en nuestro trabajo como docentes no
trabajar estas dos lecturas juntas porque como ya hemos visto no tienen nada
que ver la una con la otra. Si lo hacemos lo que ocurre es que los que leen en
silencio están obligados a leer palabra por palabra o a desatender durante la
lectura ya que van más rápido que el que lee en voz alta.
Todo lo
que pone en este artículo está lleno de una gran lógica que, sin embargo, no se
lleva al aula no sé muy bien porqué. Yo como futura profesora, y como antigua
alumna, veo todos los errores que pudieron cometer conmigo y que pudieron ser
evitados. Toda esta teoría ha quedado muy dentro de mi mente, y me ha hecho
reflexionar en gran medida sobre el tema de la animación lectora. Ahora tengo
seguro que el día de mañana intentare hacer de mis alumnos unos grandes lectores
y que disfruten de la literatura tan bien como me han enseñado a hacerlo.
Webs recomendables:
Alternativas
para la animación a la lectura:
Resumen para niños (y para adultos) de actividades antes de
leer:
Actividades para trabajar la habilidad visual lectora:
Plan de lectura en voz alta: como trabajarla:
Perfecto. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarRecuerdo la actividad del árbol de los libros del colegio, y pensé lo mismo que tú cuando la vi. Por una parte estaba guay, pero por otra....
ResponderEliminarUno de los errores que también se comete es que este tipo de actividades que se hacen como supuesto fomento de la lectura, muchas veces llevan a que los alumnos lean por pura competición de ganar al compañero. Y si leen mucho mas, pero con ello no estamos consiguiendo que adquieran el placer por leer.
Labor difícil la que tenemos los maestros con esto de la lectura, pero sin duda sabremos hacerlo bien, sólo hay que ponerle esas ganas que nos caracterizan.
Muy bueno el artículo, enhorabuena :)