jueves, 23 de enero de 2014

ARTÍCULO 2: FOLKLORE

Cuando oía la palabra folklore directamente lo relacionaba con algo viejo, y no sé bien porque, también aburrido. Pero en realidad el folklore quiere decir “tradición cultural”. Este concepto de tradición cultural abarca a todo lo que es cultura, ya sea arte, gastronomía, danza… y forma parte de la esencia de una cultura. Hay muchos campos del folklore pero en general se estudia desde la antropología y la sociología.
Primero de todo debemos diferenciar entre lo que es clásico, popular y folclórico, ya que a primera vista son palabras cuyo significado parece el mismo ( o por lo menos a mi me lo pareció ).
Lo clásico viene marcado por algo que está asentado en la tradición cultural.                                      Lo popular es algo muy conocido o propio del pueblo.                                                                                   Lo folclórico es algo tradicional que pervive en un pueblo.
A veces en determinados textos se pueden juntar los 3 términos.
¿Qué son los textos folclóricos o de tradición cultural?  Esta fue mi primera respuesta: no tienen autor, transmiten las características de la época, tiene fines morales, los relatos son breves y son muy antiguos.
Estas características no estaban mal del todo, pero si es cierto que descubrí muchas más, ampliamos otras tantas, y eliminamos algunas que eran erróneas. Las características reales de los textos folclóricos son las siguientes:
-          No tienen autor: podía ser real, inventada, boca a boca…
-          Existen distintas versiones de la misma: por ejemplo, Caperucita Roja.
-          Origen desconocido.
-          Se transmiten de forma vertical ( boca a boca) y horizontal (historias de otros continentes).
-          No eran para niños.
-          Su función era entretener, no pretenden enseñar ni hay ningún objetivo moralizante.
-          Reflejan la forma en que se vivía en las distintas épocas por las que se pasaban.
-          Y por último, reflejan los sueños, miedos, deseos y esperanzas del pueblo.
Adentrándonos ya en los textos, cabe mencionar que la prosa folclórica tiene un catálogo muy extenso.
Uno de los grandes estudiosos de esta prosa didáctica fue Vladimir Propp ( antropólogo ruso)
Se dedicó al estudio de los cuentos tradicionales rusos. Sus obras más importantes son:
-           Morfología del cuento de 1928 (que influyó a Barthes, Levi-Strauss, Greimas, etc.) y fundó el estructuralismo.
-           Las raíces históricas del cuento (1972).
 En Morfología del cuento estudió 100 cuentos maravillosos del folklore ruso. Observó que, entre cuentos de países muy lejanos entre sí, había notorias similitudes.
También clasifico los textos folclóricos de la siguiente forma:
-          De mitos: historias paraliterarias, de tema religioso…
-          De animales: incluyó fabulas ( representan vicios y virtudes humanos, por ejemplo una zorra es igual a astucia). Son alegóricos. También incluye cuentos de animales, es decir cuentos animistas en los que los seres humanos son representados con animales. Estos se les solía contar a los niños y tenían tanto carácter moralizante como didáctico.
-          De fórmula: la persona que los cuenta tiene que memorizar varias fórmulas que sustentan el cuento. Por ejemplo la canción de los 5 lobitos.
-          Acumulativos: tiene una sola acción y se repite acumulando personajes, por ejemplo la ratita presumida. También pueden ser cuentos infinitos.
-          De hadas o maravillosos: Es un relato construido sobre la base de un conjunto reiterado de situaciones humanas para explicar aspectos de la vida. Incluye, además, hechos extraordinarios que causan maravilla o admiración.
Nació en tiempos remotos, se consuma en la comunidad oralmente, sobre todo, en el campo, antes de pasar a la escritura. Se caracteriza por:
·         Espacio: genérico, indeterminado. “En un reino muy, muy lejano...”
·         Tiempo: fuera del tiempo, sigue una lógica especial que no es cuestionada por el lector. “Había una vez, hace muchos, muchos años...”
·         Personajes: brujas, hadas, enanos, gigantes, ogros, duendes, animales que hablan...
·         Objetos mágicos: elixires, talismanes, ungüentos, anillos, varitas...
·         Ritmo ternario: tres hermanos, tres pruebas...

Propp consideró que de todos los cuentos lo que mejor representaban la literatura fantástica son los maravillosos.


Un gran escritor anterior a Propp fue Charles Perrault, quién empezó a escribir también cuentos folclóricos adaptándolos con moraleja final. En realidad los cuentos no eran para niños, si no para jóvenes y adultos debido a la impactante intención final que quería transmitir en cada uno de sus cuentos. Por este motivo hoy en día no se pueden utilizar los cuentos de Perrault en el aula ya que las moralejas no son adecuadas para la edad de los niños de primaria ni para el momento actual de la sociedad. Por ejemplo:
       
Ya en el romanticismo encontramos a dos de los grandes de la literatura folklórica: los hermanos Grimm. Recopilaron cuentos alemanes (300) “cuentos de los niños y del hogar”, pero no tenían ningún interés en cambiar nada. También recopilaron cuentos de toda Europa.
Con el tiempo decidieron suavizar algunas escenas de los cuentos, y aunque sean adaptaciones mínimas, son más legibles para los niños.

En la época del realismo, el personaje más destacado fue Hans Christian Andersen, quien para mantenerse empezó a escribir cuentos para niños, pero esto le frustraba e intentó triunfar en el mundo de la ópera, pero no fue así. Los cuentos de Andersen son cuentos realistas en los que no aparecen elementos fantásticos. Un ejemplo de cuento de Andersen es “la pequeña vendedora de fósforos.
También tiene otra vertiente de cuentos de adaptación/inspiración como el “patito feo”.

Cerramos ya el listado de escritores y adaptadores de la literatura folklórica y nos centramos ahora en las partes de estas historias. En todos los textos hay un planteamiento para conocer a los personajes iniciales y además siempre siguen el mismo esquema. En el planteamiento hay un protagonista que vive en un núcleo familiar que es más o menos satisfactorio. En el nudo, cuando llega a la adolescencia abandona el núcleo familiar y se enfrenta a los peligros del mundo. Inician un viaje a la vida adulta.

Por fin ya hemos conocido toda la historia sobre los cuentos folklóricos, pero es hora de hacer referencia al teatro folklórico y a la poesía folklórica:
El teatro folklórico no hay otro modo de haberlo traído hasta el día de hoy si no ha sido a base de representaciones teatrales, es decir oralmente. Además esta forma de transmitirlo de generación en generación permitía al público que lo veía poder representarlos posteriormente y gracias a ello podemos conocerlos hoy. Como todos los géneros, tenían unas temáticas muy diferenciadas unas de otras. Las primeras de ellas son las representaciones religiosas: este tipo de representaciones se hacían sobre todo por Semana Santa, representando fragmentos de la biblia como puede ser la Resurrección, la Pasión, etc. Por otro lado tenemos las representaciones profanas: la temática de estas representaciones eran épicas, representaciones de épocas importantes del año (cosecha) y también de carácter humorístico. Pero un ejemplo muy característico es el antruejo. El antruejo hace referencia a la época antes de la cuaresma y los pueblerinos hacían representaciones de tipo humorístico y erótico-festivo. Hoy en día se siguen celebrando este tipo de representaciones, por lo que dejo un enlace de un pueblo que sigue la tradición para los más curiosos: http://velilladelareina.com/el-antruejo-de-velilla.html . Por último encontramos los cómicos de la lengua, que por lo que he podido informarme, eran como representaciones de los pobres. El que se dedicaba a hacerlo se dirigía pueblo a pueblo con un carromato para hacer una representación teatral. No sabían ni leer ni escribir, pero se las aprendían de memoria y las ensayaban para llevarlas a cabo. No eran obras largas ya que las realizaban gente poco preparas, por este motivo muchas veces iban a otras representaciones teatrales para coger ideas. También cantaban canciones picantes. Lo más destacado de estos grupos fueron los títeres de cachiporra.  Cuando lo oí no sabía lo que eran, pues yo a estos títeres los conozco como “titellas” en catalán, pero cuando empezaron a describirlos enseguida los identifiqué. La función de estas representaciones teatrales para los más pequeños consistía en un personaje principal que cuidaba de algo y lo perdía, y otro personaje malo que es quien se lo quita. Durante la búsqueda los títeres interactúan muchísimo con el público pidiendo ayuda y la historia dura tanto como el público este animado para la búsqueda, y en el momento que se empiezan a cansar terminan la historia normalmente con final feliz, ya que los destinatarios son niños. Me impresiona que estos títeres pertenezcan a la Edad Media ya que a mí de pequeña me encantaban, para mi tenían una magia especial, tenían vida y los disfrutaba como si fuera mi propia aventura.

Finalizamos con el teatro y nos vamos a la poesía folklórica: la poesía folklórica es de gran extensión, y además uno de los aspectos que la diferencia del resto de poesías es que esta muy ligada a la música. La primera recopilación de poesías para que los niños jugasen data del siglo XVI. La mayoría de las poesías eran canciones, y de las recitadas podemos encontrar más bien pocas, ya que donde más se divulgaban eran en los pueblos, pero no son todas de carácter religioso, si no también pagano. Adentrándonos más a la poesía folklórica infantil, las más importantes son las canciones y rimas de juego o de corro, por ejemplo “el corro de la patata”. A lo mejor nosotros no jugábamos tanto al corro de la patata, pero si recuerdo que durante los recreos en primaria jugaba mucho a saltar a la comba, a la goma, o a las palmas, y no había juego sin canción. Todas esas canciones que cantábamos de pequeños y que muchas veces ni sabíamos que decíamos, forman parte de la poesía folklórico. ¿no os parece increíble la longevidad de estas poesías y que todavía los niños las canten?

Ya sabiendo todo esto, me hace pensar en cuando era pequeña. Mi madre me compro un libro muy grande en el que venían muchos cuentos como el de “la hormiga y la cigarra” y muchos más que a mí me encantaba que me leyera. No recuerdo si serían buenas o malas adaptaciones de los cuentos folklóricos pero yo realmente los disfrutaba mucho. Pero había uno que no estaba en aquel libro y que me gustaba especialmente, y este era el de “la ratita presumida”. La verdad que de pequeña ni me replanteaba de donde venía el cuento, yo me imaginaba que era una historia que ocurrió de verdad, pues por aquellos tiempos mi pensamiento era 100% animista. Así que me entró curiosidad y empecé a investigar un poco sobre los orígenes de este cuento. Me sorprendí cuando leí la versión original de este cuento, porque se parecía bastante al de mi madre, pero ella le cambiaba algunas cosas: añadía personajes, objetos antes que el lacito de la cola, la forma de enamorarse del gato, y no había rescate por parte del ratoncito si no que ella misma se buscaba la vida para deshacerse del gato. Al leer el de Perrault, no me pareció que no fuera un cuento apto para niños, pero si me pareció un poco simple… puede ser que este acostumbrada a esas adaptaciones que hacia mi madre para que fueran más entretenidos.
Con esto me doy cuenta de que no solo hay que adaptar aquellos cuentos folclóricos que puedan tener alguna escena fuerte o impactante, sino que también se pueden adaptar todos aquellos cuentos que nos parezcan cortos o simples, o simplemente cuando creamos que podemos hacerlo más entretenido para los más pequeños.

La verdad que no soy una gran lectora de literatura folklórica, pero con todo lo aprendido sobre este tema consigo entender que si hacen falta los cuentos en los niños, porque, si yo los tuve, ¿porqué no los iban a tener mis futuros alumnos? Estos cuentos a parte de entretener añ niño, son muy adecuados para ellos (aunque tengamos que hacer adaptaciones) ya que su forma de pensar es todavía animista y la mayoría de estos cuentos dan vida humanizada a todo animal y objeto que se presente. A parte de esto, también transmiten muchos valores, que si es cierto que se pueden enseñar de muchas maneras, pero leyéndoles cuentos también son una buena forma de que descubran algunos de ellos. Espero en un futuro poder utilizar cuentos como los de los hermanos Grimm y construir nuestras propias moralejas en clase a partir de lo que ellos hayan entendido ya que no tengo que buscar transmitirles nada, si no que ellos entiendan lo que se les lee a su manera. Creo que sería una buena forma de descubrir estos cuentos, disfrutarlos y además obtener valores.

§  Webs recomendables
-          Cuentos de los hermanos Grimm: http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/index
-          Que hay que tener en cuenta en las adaptaciones:
-          Poesías infantiles:
-          El valor educativo de los cuentos populares:

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